En forma inmediata, posterior a la
extracción de la pieza o tejido producto de estudio, éste deberá ser colocado
en un recipiente apropiado y fijado e identificado en forma precisa y adecuada,
señalando: nombre, fecha y origen del mismo. El fijador utilizado con mayor
frecuencia es el formaldehído. Deberá tomarse en consideración que el volumen
de fijador corresponda al tamaño de la muestra (aprox. 3 a 10 veces el volumen de la
misma).
La separación de un tejido del resto
del organismo, implica automáticamente pérdida de su irrigación sanguínea, lo
cual conduce a una serie de eventos metabólicos que culminan rápidamente con el
proceso denominado autólisis, consecuencia de la acción enzimática derivada de
la falta de oxígeno y aporte de metabolitos esenciales que resultan en daño y
destrucción celular.
Este fenómeno sucede igualmente al
ocurrir la muerte del individuo. La rapidez de la descomposición de los tejidos
y órganos, será proporcional a la actividad metabólica propia de los mismos, a
la acción bacteriana y a la temperatura ambiente. Para preservar el estado de
las células y los tejidos, es indispensable frenar en forma temprana dichos
procesos, lo cual se lleva a cabo mediante la acción del fijador.
La fijación consiste en sumergir el
tejido o perfundir el órgano en compuestos químicos denominados fijadores, que
corresponden a soluciones líquidas como el: formaldehído, cloruro de mercurio,
ácido pícrico, alcohol etílico, ácido tricloroacético, acetona, formalina ó el
glutaraldehído, que son denominados fijadores simples. Tambíen
puede emplearse la combinación de una o más sustancias fijadoras, que en
función de las características del espécimen incrementan la calidad de la
fijación como ocurre con la solución de Bouin, que contiene ácido pícrico,
formalina, ácido acético y agua. Otro ejemplo es la solución de Zenker, que
contiene formalina, dicromato de potasio, cloruro de mercurio y agua. Como
señalamos anteriormente el fijador mas comúnmente usado es el formaldehído, y
se recomienda usarlo al 10% con buffer de fosfatos. Otro fijador útil
especialmente para estudios de microscopía electrónica es el glutaraldehído,
que a su vez también puede combinarse con formaldehído y que requiere un
procedimiento especial asociado a tetraóxido de osmio.
El proceso de fijación se refiere al
tratamiento del tejido con sustancias quimicas que tiene varias finalidades:
1. Conservar los tejidos de
forma que muestren el mayor parecido posible a su estado in vivo.
2. Aumentar la dureza del tejido
para facilitar la preparación de finas películas de éste.
3. Destruir bacterias y gérmenes que pudieran encontrarse en ellos.
4. Interrumpir los procesos
celulares dinámicos que ocurren a la
muerte de la
célula.
Esto se logra al inactivar ciertas enzimas
celulares que de otra manera iniciarían la Autolisis y llevarían a la degeneración post
mortem.
La fijación mantiene las estructuras
al estimular la formación de enlaces cruzados entre las proteínas.
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